jueves, 11 de abril de 2013

Claustrofobia (microcuento)


Claustrofobia
Patricio Escobar

Se cuenta que hace un par de siglos atrás en París, Francia, un grupo de cinco personas quedó atrapado en un ascensor, los que hace poco habían sido inventados. Como aún no existían los sistemas de seguridad y la experiencia en uso de ascensores que hay en la actualidad, esas cinco personas estuvieron atrapadas más de diez días a la altura del piso doce de un edificio. Cuando el equipo de rescate finalmente pudo abrir el ascensor, todas las personas estaban muertas excepto un solo hombre quien fue el que explicó los hechos, aunque con gran dificultad, más tarde a las autoridades. Según su relato, una de las personas (una señora mayor) se desplomó de un infarto al corazón al momento en que el ascensor se atascó y el resto sufrió horribles ataques de pánico a lo largo de los diez días de encierro. El hombre, entre sollozos, explicó que lo peor de todo sucedió esos últimos días cuando, en su razonamiento de pánico, los pasajeros pensaron que cometer canibalismo era la única manera de sobrevivir hasta que los rescataran. Partieron por comer del cuerpo de la señora que había muerto al inicio y luego, cuando ésta se comenzó a pudrir, siguieron por morder a los vivos hasta que cada uno tuvo en sus estómagos carne y sangre de las otras cuatro personas. Lo que no calcularon era que comenzarían a morir de sangramiento por las heridas. Como último dato, el hombre reveló que no tuvo pudor en comer de las otras personas pues, a fin de cuentas, eran completos desconocidos con los que no tenía relación sentimental. “De lo contrario, es probable que no hubiese accedido a comer de ellos” dijo el hombre a la prensa de la época. Es por esta historia que en la actualidad es de común acuerdo, cuando uno se sube a un ascensor, saludar a quien será su acompañante por muy corto que sea el trayecto. De esa manera, se deja de ser completos extraños y se da pie a que exista al menos un poco de pudor de comerse entre sí en caso de quedar encerrados. Con ello, también, ese “hasta luego” al momento de bajarse del ascensor, en realidad quiere decir “suerte que no tuvimos que comernos en ésta oportunidad”.

2 comentarios:

  1. Me recordo las clases con las fichas!!!.. jajaja

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  2. Esta Genial !!!! Desde mañana saludare a todos en el ascensor y llevare en mi cartera mayo y ketchup por si acaso xd

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